Yo crecí en las pistas, entre llantas, pianos (curvas) y banderas. Mi familia tiene sus cimientos en el kartismo. Pero fue hasta que yo tenía 18 años que decidí, intentarlo. ¡Fue amor a primer acelerador!

Por casi 7 años me entregué totalmente al deporte, para lograr ser lo más competitiva posible. El último año logré el subcampeonato en Categoría Shifter, por debajo de mi hermano, el campeón, sólido maestro piloto inmortal, y otros 12 hombres.

Durante esos 7 años, competí contra hombres. Fue una lección de humildad. Para mí, para ellos. Debí reconocer que para alcanzar el rendimiento físico de un hombre en la pista, debería invertir el doble de tiempo fortaleciendo mi cuerpo, mi cuello, mis brazos. Y doble de tiempo en pista.

Ellos tuvieron que reconocer que Lineth, la mujer, era veloz, constante y calculadora.

Sin humildad, no hay igualdad.

Los primeros años, la mayoría de carreras terminaban en choques. Yo llorando, ellos ganando. Después, reconocimos nuestras virtudes, y espacio en pista. Empezamos a competir de forma igualitaria, desde el respeto. Eso para mi es #pressforprogress en mi micro mundo.

Sin humildad, no hay igualdad.

En el Día Internacional de la Mujer, se conmemora las luchas internas y externas que miles de mujeres han librado en búsqueda de la paridad de género, la paridad de género es una participación igualitaria de hombres y mujeres en las diferentes áreas de la vida.

Participación igualitaria, no significa ser iguales. Significa participar en partes iguales. Significa que no hay deportes, trabajos o posiciones, de hombres o mujeres. Sencillamente hay deportes, trabajos y posiciones en las cuales tanto hombres como mujeres pueden participar.

Cuando digo luchas internas me imagino a las mujeres, en décadas atrás, que tuvieron la osadía de pensar que la igualdad de género era posible. ¿Se imaginan esa mente revolucionaria? Hoy se ha avanzado mucho, falta otro tanto.

En mis tiempos de piloto, me llamaban ¨amazona¨ (El mito dice que las amazonas fueron las mujeres más poderosas del la historia, eran independientes y se habían revelado a la sociedad en la que el hombre dominaba). Hoy creo que no es necesario ser poderosa, o rebelde para encontrar nuestro lugar lleno de igualdad, tal vez sólo un poco persistentes. PRESS!

Cuando digo luchas externas, se me mojan los ojos de pensar en que las mujeres han defendido esta igualdad con sus propios cuerpos, lágrimas, y sudor.

El progreso no debe ocupar el espacio del otro género, el progreso es ocupar nuestro espacio, todo nuestro espacio. El progreso es un pensamiento, una idea, de que se puede, de que se debe.