Hace poco más de dos años llegué a la cuenta de Inner Teacher por esas “casualidades de la vida” y no hay palabras suficientes para describir lo que ha significado en mi vida, pero para que te des una idea, si Instagram desapareciera mañana, yo estaría agradecida toda la vida por todo lo bueno que llego a mí por esa plataforma,  @innerteacherblog de primera.

De fijo les ha pasado que conocen a alguien que ven en tele o en redes sociales pero que si esa persona los ve no tiene idea quien sos, pues días antes yo había visto a Lineth en un evento con mucha gente en un lugar muy grande y pensé ay ahí está Lineth voy a saludarla, pero después dije, para ella soy una extraña qué cara va a hacer cuando yo la llegue a saludar y pues mejor evité lo que según yo pudo ser un momento incómodo.

Pero remontándome a la historia que te quiero compartir, por esas fechas que Linetcita apareció en mi vida, dentro de sus inventos navideños, tenía las posadas que ella se inventó. Así no mas, un día salió diciendo que iba a ir a la casa de las chiquillas que la invitaran a comerse un tamal con mayonesa y pues que yo le dije “te invito a mi casa”. Y entonces esa extraña no extraña, iba a venir a tomar café a mi casa y yo estaba súper emocionada.

Recuerdo perfectamente que cuando llegó, traía un collar de luces navideñas y entró a mi casa cantando villancicos, con espíritu navideño desbordado, como un niña con una gran luz dentro suyo. Nos comimos el famoso tamal con mayonesa y mientras hablábamos sentía que era una amiga de toda la vida y que solo nos estábamos poniendo al día, solo que yo le contaba la mi historia de vida, pero que igual gozábamos mientras poníamos en comparación viejas historias de amor.

Gabriel por su lado andaba distraído sin prestar mucho cuidado, pero no como suele hacerlo un niño con TEA, sino como un alma que se retira y permite el espacio, ese espacio que yo de fijo necesitaba, se quedó en el cuarto jugando, dejando que nosotras habláramos y habláramos por horas y fue tan rico recibir esa atención genuina, eso a lo que ella le llama “solo estar” ese sí que era un regalo para mí.

Si trato de recordar, no podría decir cuando Linetcita dejó de ser una figura de redes que era una luz y una guía para mí, para convertirse en una amiga, una socia… una hermana del corazón, ella me ha sostenido en momentos tan importantes en estos dos años en los que mi vida cambió y obvio no por ella, pero si junto a ella, ahí haciéndome porras mientras yo me enfrentaba a mis peores demonios.

Tengo tantos recuerdos lindos y conmovedores, pero de todos mis recuerdos junto a ella, atesoro el de esa navidad, en la que tuvo esa disposición de regalarme sus horas en un ajetreado diciembre y que nunca entendí cual era su estrategia o si la hubo, pero solo sé que desde que llegó me regaló su presencia y sentí muchísima paz, ¡talvez esa era su estrategia!

No hubo teléfonos, ni ojeadas de mensajes, ni grabaciones para Instagram, solo dos mujeres “extrañas” compartiendo sus historias de vida, compartiendo una café y un tamal.

¡Te quiero tanto Linetcita!

Carolina Quirós, Volveme a Ver