30 de Junio 2018, ¡era el gran día! Eka y yo escogimos esa fecha porque habría luna llena y era justo en la mitad del año. ¡Energía perfecta!
Hacía un tiempo planeamos hacer un Vipassana (Retiro de Silencio), luego la idea evolucionó a ¡hagamos el nuestro! ¡Y lo abrimos al público! Ese público venía de camino.
Vestíamos de blanco, ya habíamos puesto las bolsitas con regalos en cada una de las camas, ya habíamos orado y llorado, ¡estábamos listas!
He planeado eventos por los últimos 10 años. Más de 200 talvez. ¡Este era distinto! Aquí no se encontraba un hombre con una mujer, un niño con Dios, o una mamá con su bebé, ¡ese día se encontraban mujeres con ellas mismas!
Pero vayamos un año atrás, 30 de Junio 2017.
Estaba cursando la certificación para ser Guía Montessori. De hecho estaba en una semana de observación en un centro Montessori. Tuve la oportunidad de observar 3 distintos centros educativos/kinders.
Durante esas observaciones lloré, lloré de ver al maestro interno de los niños en acción. De ver su poder.
No hablo de la ternura, espontaneidad y dinamismo natural de los niños que nos hace suspirar. Hablo de una fuerza más grande que ellos, hablo de un cambio en su mirada, hablo de su conexión con el mundo a partir de ¨su maestro interno¨.
Para ese entonces tenía media carrera de Educación Preescolar, media vida de leer libros de niños, su desarrollo, su psicología, incluso tenía un hijo de 3 años con quien Montessori era un estilo de vida ¡pero no había observado ese maestro interno con total admiración! Quizá porque por primera vez veía 25 maestros internos de 80cm de altura trabajando juntos, ¡entonces eso no era una clase que a coro dice ¨Good Morning Teacher!¨, sino era una danza sagrada de maestros internos liderando.
Tener esa capacidad de ver esa diferencia, a eso es lo que le llaman ¨un adulto entrenado¨. Para ver más allá de lo que está viendo. Para ver al niño por lo que es.
¡Pensar que un año después!
Pensar que un año después estaría esperando a 12 mujeres, en lo recóndito de la montaña de Macaw Lodge, ¡para ver exactamente lo mismo! Pero esta vez en adultas. Mujeres adultas que reconocían a su maestra interna, pero que por alguna razón dejaron de escucharla, se desconectaron de ella. O bien, la escuchan y conectaban, pero no la seguían.
¿Y cómo pasa eso? ¿En qué momento dejamos de bailar como cisnes al ritmo de la maestra interna y tuvimos que empezar a buscarla de nuevo? Pasa con la vida, y está bien.
Por 30 horas vi a un grupo de mujeres dirigir la mirada hacia dentro, dejarse llevar por su fuerza interna, observarse sin juzgarse, intentarlo de nuevo, buscar el silencio interior, parar, saborear, observar, conectar.
Por dos días tuvimos estas maestras:
- Janine Fafard con ¨Tapping into Soul¨ & Yoga Nidra.
- María Isabel Azqueta con Mindfulness y Terapia Vibracional
Y estos otros:
- La comida
- El silencio
- El círculo
- El bamboo
- La catarata
- La roommate
Eka y yo, insistimos en que ese tiempo, ese retiro, era la puerta para vivir una vida en conexión interior. A veces cierro lo ojos, y me veo debajo del bamboo.
Tengo la sensación que más que retirarnos, lo que hicimos fue iniciarnos.
Las iniciaciones son ritos de paso, en los que se ilustra el inicio oficial de una nueva etapa, o bien la confirmación que el camino recorrido ha estado lleno de propósito.
Mientras observaba, hace un año, a niños de 3-4 años trabajar. Me hubiera costado comprender que mediante esa observación con quien yo estaba conectando era con mi propia maestra interna.
Maestra que me pidió hacer una pausa en bodas, maestra que me pidió seguir escribiendo, maestra que me propuso ¡hacé un retiro!
¡La escucho fuerte y claro! ¿Ustedes la escuchan?
En el próximo taller ¨Sanando la relación con todas tus mujeres¨ profundizaremos el ¨¿porqué la dejamos de escuchar?¨ Próximo sábado 8 de Set.
MI PARTE FAVORITA DEL RETIRO; ¡la comunidad!
Eka, ¡ella es mi parte favorita! ¡Mi comunidad entre ella y yo! Ella cree que se apoya en mí, pero yo me apoyo en ella y la energía que generamos juntas tiene efectos expansivos.
Invitamos a emprendedores a ser parte del retiro mediante productos para ¡la bolsita de bienvenida! Y ¡todavía me dan ganas de llorar de recordar las ganas con las que nos apoyaron! Quiero contarles de ellos:
- Aromas para el alma; no envió repelentes naturales pequeñitos, que aparte de tierno, olían a cielo, y nos acompañaron todo el retiro.
- Chocofrutas; nos dió chocolatitos, que los pusimos en las almohadas de las chicas, ¡estos chocolates en la noche fueron el cierre dulce para este proceso!
- Bibelot; nos dió infusiones deliciosas que sólo olerlas alimentaban el alma.
- Crunchy Granola; osea… de verdad en crunchy, ¡tienen que probarla!
- Sibobodycare; esto no tiene palabras, no hizo uno mino bloqueadores y mino jaboncitos que le lavan a uno el cerebro. ¡impresionante!
- Hola; ¡Un notepad para cada una! ¿qué mas se le puede pedir a la vida?
- EME; las chiquillas estaban asombradas de estas leches condensadas veganas ¡osea les cambiamos la vida!
- Gallo Pin; ¿ustedes conocen estos pines tan ticos como el gallo pinto? ¡Los quiero todos!
- Soberano; Lore fue patrocinadora y asistente. Y la cocina de Macaw Lodge uso esta pasta de ajo para hacernos unos vegetalitos.
- Himalaya; he estado trabajando con ellos proyectos lindísimos, y nos chinearon con toallas húmedas, pasta y hasta bálsamo labial.
Cada uno de ellos se sintieron honrados y conectados con la intención del retiro, la palabra patrocinador queda corta al apoyo energético de estas empresas.
Por su parte Macaw Lodge, se nos quedó en la piel. A veces escucho los bambú doblarse, en el último duchazo frío que me doy al bañarme me recuerda la sensación de estar sumergida en la catarata. Cada vez que me sirven un plato hago la pausa que hicimos al comer. Macaw Lodge contuvo el espacio como sólo ese espacio podría hacerlo.
Durante el fin de semana del retiro pude haber recibido unos 20 mensajes de mujeres que ¡nos deseaban lo mejor en el retiro! Ellas sabían el amor que habíamos puesto, y honraban nuestra intención y vibraban en pura sororidad.
¡Y las asistentes! ¡Gracias por escuchar su maestra interna y asistir! Honramos su disposición, su inversión, su apertura, su humildad, su iniciación y ¡su única energía!