La vida, es lo que queramos que sea.

Las fiestas infantiles también. Pero llamémosle a cada cosa por su nombre. ¡El problema no es la fiesta, ni la plata, ni recoger después! Sino, ¡la intención de la fiesta!

¿Celebramos para que le traigan regalos? ¿Celebramos para que vean nuestras capacidades de planear fiestas tipo Pinterest? ¿Celebramos para que nuestros hijos tengan amigos o porque tienen amigos? ¿Celebramos porque es obligación? ¿Celebramos para guardar el momento en fotos?

No hay respuesta incorrecta, ¡solo hay respuestas que funcionan! Y cada quien le funcionan cosas distintas.

Cumplir años para un niño de 1 año o para un adulto de 35 años, significa lo mismo. Una vuelta más al sol, que cierra etapa y abre procesos. Pero ¿cómo hemos aprendido a celebrar? ¿Será que como adultos no nos gusta hablar del cumpleaños? ¿Será que nos deprimimos pensando en todo lo que no hemos concretado? ¿Nos pasa por la cabeza, para que celebrar si no tengo con quién?

Pues yo creo que los niños recuerdan su día de gestación, su día de nacimiento y todos los días que han cumplido años. Porque es un proceso energético, no de calendario. Los niños aprenden a celebrar la vida desde nuestra reacción al darnos cuenta que ¡estábamos embarazadas! Los niños no disfrutan más la fiesta de 5 años, que la de un año. ¡La disfrutan igual! Sólo que el adulto se le llena más el ego al ver a un niño de 5 años correr feliz, que a un bebé aplaudir mientras babea.

Los niños no recuerdan si comieron arroz con pollo, o pizza. Recuerdan ¡que su vida era celebrada! ¡Y eso año tras año se convierte en su vida!

Hoy les escribe, Lineth Valerio, wedding planner, madre y ¨inner teacher¨.

Eso significa que uno de mis lenguajes del amor, ¡son las fiestas!. Al punto que me especialicé y trabajo en eso. También soy madre, y como madre las fiestas satisfacen dos necesidades ¡una forma de expresar afecto a mis hijos, y mi necesidad de celebrar la vida constantemente!. Finalmente como INNER TEACHER, integro todo y ¡las fiestas que organizo para mis hijos y familia son todo un viaje al interior!

Les voy a detallar los principios y emociones sobre los que planeé la fiesta de Lina:

  • Su concepto. Les he contado que desde que pensamos en tener una segundo hijo, se profundizó mi proceso de sanación especialmente con mi madre, en el proceso ¡mamá osa! Siempre se me presentaba en sueños y meditaciones. Por lo que cuando supimos ¡que era Lina! Sentí que era ¡la osa menor! y todo lo que una constelación significa a nivel energético y emocional. ¡Por eso y mucho más Lina es osos y estrellas! Personalmente creo que todos los colores son de todas las personas por lo que ¡el azul, y el turquesa predominan en la vida de Lina! Más que el rosado.
  • Su vida. Lina traía su propia tribu debajo del brazo, ¡como una constelación! Así que la fiesta fue exclusivamente con sus amigos de yoga. ¡La fiesta era de bebés!
  • Su espacio. Si la fiesta es de bebés, ¡la fiesta del 1er año! Los bebés deben tener completa libertad de movimiento. ¡Los adultos deben adaptarse al movimiento de los bebés! No los bebés tratar de liberarse entre mesas y sillas. ¡Para esto mi aliado fue CostaMesa, he tenido la bendición de trabajar con ellos por años, y ¡hacen realidad mis ocurrencias! ¡La fiesta fue entre una de sus hermosas salas, para que los adultos pudieran estar cómodos mientras los bebés eran bebés! Las mesas bajas sólidas le permitían a los bebés ¨trabajar de pie¨, porque la mayoría están interesados en agarrarse y levantarse.
  • Su interés. Los centros de mesa de esas mesitas eran juguetes de acuerdo a su edad, ¡excelentes provocaciones! En el piso habían piezas sueltas: telas, bolas, carruchas de cintas para estirar.
  • Su bienvenida. He leído que los niños les toma tiempo procesar un lugar, y que cuando finalmente lo hicieron ¡ya es hora de irse! Por lo que para mi es importante dar una bolsita ¡de bienvenida! Donde tenga elementos sueltos que le faciliten al niño sentirse parte del espacio.
  • Su entretenimiento. Lina ama la música, ¡todos los bebés! Pero de repente música infantil sonando por 3 horas, marea. Nosotros en casa no cantamos música infantil, nuestras exigencias musicales son altas debido al padre bajista. Desde que Lina estaba en la pancita le cantamos unas canciones que nos llegan al alma, ¡y contratamos quien las cantara para ella en la fiesta! ¡qué momento!
  • Su familia. Ese día soy completamente mamá. Me parece que como mamás nos perdamos el momento corriendo de aquí para allá en una fiesta. Contraté una niñera amiga de Nico para que se encargara solo de él, y también me apoyaba a mi cuando fuera necesario. Todos éramos parte, Nico tenía la tarea de entregar las bolsitas al ingreso y cuando fue momento de ¡la música! Impresionantemente asumió el rol de guitarrista para su hermana.
  • Compartir. Los regalos los recibimos a través de transferencias con www.asicelebro.com y Lina donó el 50% de sus regalos a la organización LIFTHING HANDS. ¡Celebramos doble!

Todo esto se los cuento para ¡inspirarlas! a revisar las razones y formas en que celebran. ¡Pueden ser las que les den la gana! ¡Pero que sean las que ustedes quieren! No las que les venden, no las que vieron en otra fiesta, no las que están de moda. ¡Inventen su propia forma de celebrar!

Al final de la gran fiesta, o del arroz con pollo con papas que organizaron, debe quedar una satisfacción ¡por hacer una pausa para celebrar la fiesta del alma con quien compartimos la vida!

¿Cómo les va a ustedes celebrando su propia vida?

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