Yo no quería ser coach. Osea, ¡una coach más! ¡Entre tantos!

Y ¿quién ocupa un coach de vida? ¿Quién?

Yo no quería ser coach, ¡porque ya lo era y no sabía!

Durante 11 años de trabajo en planeación de eventos y en diseño de imagen corporativa para emprendedores, acompañé a mis clientes a encontrar paz. Si, planeando una boda y empezando un proyecto, es posible experimentarlo desde EL CORAZON. No sólo es posible, sino necesario para ¡disfrutar esta experiencia humana!

Entonces, buscando ofrecerle a mis clientes un acompañamiento emocional profesional empecé a buscar certificaciones de coaching y todo me parecía ¡muy en la mente! Yo quería algo con el alma.

Fue así que el universo mismo me trajo a mis manos a MMK Coaching Ontológico , en cuanto leí su contenido ¡lo quise para mi! No para mis clientes. Lo quise para mi propio proceso.

En la primer clase de la certificación nos dijeron que ¿porqué estábamos ahí? Y yo respondí, ¨no sé, solo se que aquí debo estar¨

Pues resulta que dentro de los requisitos había que hacer 100h de prácticas. Cuando hice la primera supe ¡porqué había llegado ahí! Yo era coach y no lo sabía.

Cuando digo ¨que era coach¨ me refiero a esa pasión que poseo desde que tengo memoria por la introspección. Sobretodo por elevar mi vibración y provocar eso en los demás.

Tengo más de 100h de práctica y cada vez que facilito una sesión, en algún momento, debo respirar, porque se me salen las lágrimas ante el agradecimiento de poder estar ahí, de frente a otra alma, en búsqueda de su propia sabiduría.

Mis amigas y clientes siempre creyeron que yo era coach, pero el chiste no me hacía gracia. ¡Talvez porque me resistía a mi propósito! A vivir HACIENDO LO QUE SOY. 

Ciertamente creo que hay muchos tipos de coaching y por eso es que hago énfasis en el trabajo de Alejandra Llamas y Marisa Gallardo en MMK, porque la certificación que ellas ofrecen es un ¡salto cuántico!

A veces me pregunto ¿cómo se certifica uno en hacer saltos cuánticos? Pues no hay nada que certifique la energía, más que las altas vibraciones.

Hoy, un año después estoy viviendo la vida que quiero vivir gracias a la consciencia adquirida en el proceso personal de la certificación. Y cuando eso pasa es inevitable quererlos ¡para todos!

Todo mi caminar de introspección de los últimos 20 años, se resumió e INTEGRÓ durante esta certificación.

No creo que uno tenga que caminar 20 años para ¡vibrar alto! En una sola sesión de una hora se puede dar un ¡salto cuántico! ¡E iluminarnos!

Por eso empiezo a pensar ¡que todos deberían ser coaches! Osea, cada vez que uno habla con una amiga sería lindo que ella te ¡devolviera a tu ámbito!. Y que cuando uno discuta con el esposo el te diga ¨¿eso es totalmente cierto?¨, y que mi hijo de 5años me dijo ¨recuerda que no puedes entrar en mis pensamientos, sólo en los tuyos¨.

Pero mientras eso sucede (si llegara a suceder) recuperemos nuestros poderes, desde nuestro ámbito. Desde nuestra energía personal.

Por eso quiero hacerte la invitación formal de ingresar a esta certificación, posiblemente ya seas coach y no lo sepas. Certificarse como coach con MMK para mi significa recibir las herramientas con las que podrás re-interpretar tu realidad y recordar que somos LUZ.

Dicen que ¡hay muchos coaches! Yo creo que faltan más. Porque como yo solo, yo. Y como tú sólo tú.

Quiero agradecerte por ser parte de esta comunidad que danza alrededor de la introspección, ustedes son parte de la realidad que he diseñado desde mi corazón.

Escríbeme y ¡te cuento de cuándo inicia la próxima certificación!